miércoles, 2 de marzo de 2011

Un gran corazón tiene cabida en la peor de las situaciones


Generalmente siempre consideramos que las guerras traen consigo muchas penurias que merman la vida de aquellos que les toca pasar por una, no quito la razón a esta afirmación lógicamente formulada, pero también es verdad que en las peores situaciones las personas sacan la humanidad que nos caracteriza (distando bastante de  la visión egoísta y de indiferencia social, siendo esta última aquella por la que la individualidad del ser prima sobre el colectivo de la sociedad; en definitiva nos convertimos en seres vacíos , tan sólo preocupados por nuestra vida y todo aquello que la rodee.) provocando acontecimientos tan maravilloso como este que yo me propongo a contar. La historia es la siguiente:






Católico y mujeriego, Oskar Schindler nació en el año 1908 en Moravia , en el seno de una rica familia católica dedicada a los negocios.

Con 22 años, en el año 1930, se afilió al Partido Nazi por necesidad, siendo reclutado al poco tiempo por la SS como informante para los altos rangos nazis, dado a su gran cantidad de contactos comerciales.

Tiempo después adquiere una fábrica en Cracovia; como la mano de obra alemana era muy cara esta persona optó por utilizar a los judíos que se encontraban dentro de los campos de concentración para que trabajaran durante el día en su fábrica, y por la noche volvieran bajo custodia de guardias.
Esto provocó que tomase conciencia sobre el destino de sus empleados, optando por comprar cada uno de ellos para uso exclusivo dentro de su fábrica, de modo que así podría salvarlos del terrible destino que les depararía los campos de concentración.
Es así como Schindler, pudo proteger a los judíos trabajadores de su fábrica y salvarlos de morir en los campos de exterminio nazis, salvando a finales de 1944 a unos 1.200 judíos polacos.
El empresario terminó quedando casi en la bancarrota y perseguido por haber pertenecido a la SS. Posteriormente fallece en Hildesheim a la edad de 66 años en la mayor indigencia en el año 1974, siendo sepultado en el cementerio católico de Jerusalén. 



Su hazaña fue tal que los descendientes de aquellos que liberó  visitaron su tumba cuando este falleció yfueron dejando piedras cada uno por los que libró de los campos de exterminio 

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