viernes, 21 de enero de 2011

LA CATÁSTROFE NATURAL DE BRASIL

Más de 500 muertos por las lluvias y desprendimientos de terreno.

En Teresopolis, a unos cien kilómetros de Río de Janeiro, los cadaveres se recogen por decenas y los que han sobrevivido a las lluvias torrenciales del martes buscan a sus allegados desaparecidos.

Más de mil bomberos, policías y voluntarios, como esta profesora, participan en las tareas de rescate.

“He llorado mucho antes de venir aqui. Muchísimo. Pero este no es un lugar para llorar, por lo que he llorado en mi casa. Aquí tengo que ser fuerte porque otras personas necesitan bastante mi ayuda. No he perdido nada, he perdido amigos, pero ni mi casa, ni mi familia cercana”.

En esta ciudad, epicentro de la devastación, los ciudadanos, que se encuentran entre los más pobres de Brasil, buscan a sus familiares en las listas de víctimas ya identificadas.

En un día llovió el equivalente a un mes. La intensidad de la lluvia unida a la precariedad de las viviendas situadas a pie de colina ha sepultado tres cuartos de las viviendas de la zona. Según las autoridades más de 13.000 personas han perdido su vivienda y se desconoce por el momento el número de desaparecidos.

El gobierno destinará más de 345 millones de euros para atender la emergencia.

“Al desamparo de los que lo han perdido todo, a la inquietud de los que no tienen noticias de sus allegados, se une el desasosiego de toda la población: las previsiones meteorológicas no son buenas. Lloverá intensamente durante todo el fin de semana” resalta el corresponsal de euronews.

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